Asistiendo a un Pleno municipal del Ayuntamiento de Teruel celebrado en septiembre de 2006, siendo alcaldesa Lucía Gómez, tuvimos que escuchar en el pleno, por parte del concejal de Urbanismo, Pedro Joaquín Simón, que estaba bien eso de que no se tuviese revisado el PGOU y se pudiese actuar con modificaciones puntuales del planeamiento. Está falta de planificación daba más libertad al ayuntamiento para impulsar proyectos que beneficiarían a la ciudad. Se debatía por aquel entonces la aprobación de dos convenios urbanísticos que permitirían la construcción de 1200 viviendas.
Eran tiempos de máxima expansión del ladrillo y nuestros políticos debían soñar con en el rápido crecimiento de la población de Teruel para ser necesarias tantas viviendas nuevas. Para nada, en el traslado de población de unos barrios a otros, vaciando otras áreas de la ciudad en detrimento de las nuevas, y por lo visto y actuado, para qué se necesitaba la revisión del PGOU que encorsetara el crecimiento de la ciudad. (2)
El proyecto de San Blas pasó a la historia. El de los Planos fue rescatado recientemente por Manuel Blasco ante la “necesidad de construir una ciudad deportiva en Teruel”.
Así, el 4 abril de 2015, nos enteramos a través del Diario de Teruel, que el ayuntamiento de Teruel realiza un
Nuevo intento para desarrollar el área de Los Planos a través de un convenio urbanístico.
De las 900 viviendas de la propuesta de Lucía Gómez en el 2006 se había pasado a 450 en el 2015.
Desde la propuesta de Lucía Gómez a la de Manuel Blasco han transcurrido unos 9 años, y seguimos con la misma filosofía. Para qué se necesita revisar el PGOU si podemos hacer lo que queramos con modificaciones puntuales a la carta según los intereses particulares del Ayuntamiento y de ciertos promotores privados.
Para terminar y tras asistir al pleno de septiembre del presente, donde se debatía una moción de Ciudadanos sobre las instalaciones deportivas en nuestra ciudad, el concejal responsable fiaba todo a que dicho convenio saliera adelante con el fin de construir un nuevo campo de césped artificial, ante la fuerte demanda del Luis Milla. Para nada habló de las 450 viviendas que iban detrás y parece ser que no hay otras posibilidades de obtener los terrenos necesarios para construir dicho campo de fútbol o una nueva piscina climatizada. (4)
Van a lo fácil. Buscar otros terrenos dentro de la ciudad o negociar permutar parcelas para obtenerlos, necesita de una gran dedicación que no adivinamos tras esa intervención.
Los experimentos con gaseosa, no con recalificaciones que distorsionarían el modelo de ciudad que debe marcar el PGOU, verdadera urgencia, que por lo que vemos, se están tomando con calma. Y es que ya sabemos, la falta de planificación urbanística facilita que el Ayuntamiento tenga más libertad para promover proyectos que “beneficiarían” a la ciudad.
Desde 1996 que se hablaba ya de la revisión del PGOU de 1985, han pasado casi 20 años. Por el camino se han quedado los dineros gastados en el Texto Refundido del PGOU encargado a Mª Pilar Sancho por Luis Fernández Uriel, los dineros gastados con el equipo de Carlos Ferrán encargado por Manuel Blasco y el dinero gastado con IDON encargado por Miguel Ferrer. Sobre los 600.000 euros. Calderilla.
¡No me lo puedo creer!
El plano procede del Diario de Teruel, 5 de abril de 2015, http://imagenes.diariodeteruel.es/fotos/28482/plano-muestra.jpg
(1) http://www.aragondigital.es/movil/noticia.asp?notid=27881
(2) Pág 21 a 23 http://www.teruel.es/portalTeruel/RecursosWeb/DOCUMENTOS/1/0_1174_1.pdf
6 comentarios sobre “¿Del por qué los distintos alcaldes y alcaldesa de Teruel prefieren las modificaciones puntuales del PGOU frente a su revisión?”