Personalmente, tengo una perrita pequeña, nunca los he utilizado.
Me parece que es un error el instalar este tipo de mobiliario en nuestra ciudad, pues son antihigiénicos y tardan tiempo en recogerse.
Creo que lo correcto sería instalar dispensadores de bolsas para que ningún propietario de perro tuviese excusa para recoger las cacas de su mascota, y una vez atada, depositarla en los contenedores verdes de basura, los únicos que garantizan su recogida diaria, prohibiendo su depósito en las papeleras, pues no está garantizado su vaciado diario.
El problema del pipi es más complejo y si que en el centro, sobre todo, habría que instalar zonas donde pudieran hacer sus micciones en lugares apropiados de tierra, que desinfectados periódicamente, permitieran educar a nuestras mascotas en que no se puede orinar en cualquier esquina.